Cada mes StatCounter reúne estadísticas de acceso de 3 millones de sitios web. Esta muestra, que en principio parece representativa, arroja resultados de uso de sistemas operativos móviles y de escritorio, motores de búsqueda y navegadores web. Estos últimos son contabilizados por familia o por versión. En lo
que respecta a los últimos 12 meses del año, la cuota de mercado de los navegadores, por familia, se ve así:

• Internet Explorer (azul) a la cabeza y en caída evidente.
• Firefox (naranja) en segundo lugar, en caída también.
• Chrome (verde) en tercer lugar en subida constante, con pendiente más empinada, a punto de rebasar a Firefox. De hecho, es posible que lo haga antes de terminar este 2011.

Por las razones que sean, Chrome mantiene ese crecimiento desde su llegada en septiembre de 2008. Por lo que podemos apreciar, de forma inevitable, tarde o temprano Chrome rebasará a Firefox y con ello le habrá tomado poco más de tres años vencer a uno de los grandes, por lo menos en número de usuarios. Esta gráfica tiene la panorámica completa, donde Firefox alcanza un pico de cuota de mercado superior al 30% a finales de 2009.

Lo que dicen esos datos meramente cuantitativos es que cada vez más personas prefieren Chrome que Firefox. Un estudio cualitativo, que mucha falta hace, debería decirnos por qué sucede eso, cómo es que están correlacionados sistemas operativos y navegadores, cuál es la influencia del contenido en la popularidad de uno u otro navegador, cuáles son los factores de éxito de Chrome frente a los demás: usabilidad, desempeño, diseño… Google.
La pregunta que me viene a la mente es ¿cuándo rebasará Chrome a Internet Explorer? ¿Sucederá? Haciendo una proyección que poco tiene de científica pero que en términos generales me parece razonable, si Chrome sigue con ese paso rebasará a Internet Explorer sin remedio a mediados de 2012. Esta es la imagen, con las mismas convenciones de colores (y disculpen ustedes las imperfecciones):

Eventualmente Chrome se estancará, es natural, pero es difícil calcular cuándo. Por su parte, la tendencia para Firefox no parece indicar que vaya en picada ni mucho menos. En general lo que vemos en un sistema en competencia en vías de alcanzar el equilibrio, hasta que llegue el siguiente navegador disruptivo a cambiar el estado de las cosas.

Fuente:
Alan Lazalde
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